Ah! que fácil es decirlo, verdad? La famosa idea que todos tenemos en mente. Pues bien, yo voy a ir en contra un poco de que lo primero y lo más importante es la idea. Porque solo es verdad en parte. Me explico.
A todos los que nos gusta esto de pensar en negocios, se nos ocurren multitud de ideas cada dos por tres. E incluso a los que no les gusta montar negocios, se les ocurre también de vez en cuando alguna idea. Esas ideas, cuando están en nuestra mente, son tan brillantes que nos parece mentira que no se le haya ocurrido a nadie antes.
Pues bien, si desde esa posición intentamos dar el paso a poner en marcha un negocio, lo único que vamos a tener garantizado es un porrazo de cierta importancia. ¿Por qué? Pues muy sencillo: Porque la idea en nuestra mente no es más que un conjunto de pensamientos que no están ni siquiera bien entrelazados entre si.
Os propongo un ejercicio muy simple cuando se os ocurra una idea: contársela a alguien. Si es verdad, no es broma. Desde luego si creéis que no se lo podéis contar a nadie para que no os la pisen, contárselo a alguien de confianza. Comprobaréis como en ese proceso de verbalizar la idea, os surgen un montón dudas, puntos nuevos que no habíais considerados, zonas oscuras que no habéis resuelto,... en definitiva. Por eso, para mi, lo más importante no es la idea en si misma, sino saber aterrizarla. Con esto quiero decir, que hay que bajarla desde las nubes de nuestra mente, al suelo de la realidad, y empezar a escribir y ordenarla en un papel, resolviendo punto por punto todas las ideas que vayan surgiendo.
Obviamente, el resultado final de ese ejercicio es la construcción de un plan de negocio, o business plan; pero en este punto ya profundizaremos otro día. Ahora no se trata tanto de llegar a proyectar todo el desarrollo del negocio, sino tan solo de testar la viabilidad de la idea, antes de empezar a analizar otras cuestiones.
Aquí os dejo 10 preguntas que yo me hecho muchas veces sobre un montón de ideas que se me han ocurrido, y las que sugiero responder escribiendo en un papel:
1) ¿Cuáles son mis habilidades y experiencia para poner en marcha esta idea?
2) Si no existe nada parecido, ¿Puedo crear alguna barrera de entrada para que no me copien el negocio y me dejen sin posibilidad de desarrollarlo?
2) Si ya existe algo similar, ¿Cómo de desarrollado está respecto a lo que yo quiero hacer?
3) ¿Cómo voy a diferenciarme para poder competir?
4) ¿Cuánto dinero necesito para poner en marcha la idea, y sobretodo sostenerla?
5) ¿Hay ya personas que están viviendo de esto?
6) ¿Cuanto tendría que vender para ganar lo mínimo que necesito para vivir?
7) ¿Cómo lo vendería y que margen bruto podría conseguir?
8) ¿Cuánto tiempo le puedo dedicar, y por tanto cuánto tiempo me va a llevar desarrollarla?
9) ¿La puedo compatibilizar con lo que hago actualmente?¿Cómo?
10) Y finalmente, ¿Qué contactos tengo que me pueden ayudar a su puesta en marcha y desarrollo?
No obstante, a pesar del tono inicial, creo que el tener una buena idea es muy importante, pero lo que quiero transmitir es que es condición necesaria, pero no suficiente.
Y para aquellos que andan detrás de la idea, pero no terminan de dar con ella, aquí va un link a una página donde tenéis una colección de ellas de muchísima gente. Es el mayor brainstorming que conozco! http://es.ideas4all.com/portal/home
Así que no os desaniméis, y no pongáis de excusa que os falta una idea, porque eso es solo un elemento más de todos el proceso de puesta en marcha de tu propio negocio.
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